Durante todo el año se encuentra abierta la inscripción para los
Workshops de artes a distancia del blog educativo Siete Artes, llevados a cabo
en la plataforma virtual https://cursosarte17.milaulas.com
Nuestros
Workshops están dirigidos
a aficionados y amantes del cine, las letras, las artes y las
comunicaciones. Para participar en ellos no es
necesario tener experiencia en el rubro, ni grados académicos previos.
Los
workshops son una moderna propuesta para el aprendizaje, de modalidad intensiva en un día de duración y
tenemos disponibilidad horaria para que puedas hacerlo compatibles con tu
jornada laboral.
CURSOS DE LITERATURA A DISTANCIA
Literatura de los siglos XX y XXI: subversión,
derrotismo, marginalidad
dictado por el Profesor Nahuel Sánchez
Objetivos
Que los talleristas
·
construyan
un eje crítico, analítico, en lo posible, singular, de los autores y las obras
trabajadas a lo largo de la cursada;
·
que
logren ver en la literatura algo más que una distracción, que, sin dejar nunca
a un lado el goce estético de la lectura, entiendan que el arte puede servir
como una herramienta de lucha, interna y/o externa;
·
que
articulen los conceptos vistos en clase con sus visiones personales de los
textos.
Fundamentación
El derrotismo es el quietismo (Jean Paul Sartre), el dejarse estar, la doxa
(el lugar común) que dictamina “que lo hagan otras/os: yo no tengo nada nuevo,
genuino, singular que aportar”. Asimismo, el derrotismo es el nihilismo pasivo
(Friedrich Nietzche, Ernst Jünger): uno cae en la cuenta de que la existencia
es absurda, ergo, no hace nada para cambiarla. La subversión es su eminente
antítesis, la otra cara de la moneda, su corolario antinómico. Subvertir
profesa invertir la realidad de forma corrosiva. Se trata de infiltrarse en el
sistema —ora un sistema sociopolítico, o bien literario, o estético (en su
mayor condensación: artístico-cultural),
etc.— e ir corrompiéndolo
progresivamente, desde adentro (Kurt Cobain). En una palabra: dar
vuelta, de manera virulenta, lo pre-establecido. La subversión es la toma de
acción. Si bien aparece en la así denominada “literatura combativa” o, para
hacer un préstamo de la jerga del rocanrol, en las “canciones [textos] de
protesta”, también se da en la inmanencia de la obra, a saber: dentro del mismo
cuento, novela, poema, etc. En ese sentido —siempre dentro de la obra—, la
subversión acontece cuando la ficción incide en la realidad y la transforma
(Ricardo Piglia). La marginalidad bien puede acaparar ambos accionares (pasivos
y activos). La literatura pone en un primerísimo plano de interés a personajes
marginales, outsiders, enfrentados al
sistema dominante que, como se vio, este sistema puede ir desde el aparato
gubernamental imperante hasta el sistema familiar o el mandato social.
Marco teórico
La literatura del siglo que nos precede, por un lado, y la del siglo
actual, por el otro, condensa una serie tan vasta y disímil como partidos
políticos, hinchadas de fútbol, series televisivas (y digitales) las hubo, las
hay y seguirá habiendo. Nuestra propuesta, sin embargo (puesto que es una
empresa baladí, una tarea disparatada, querer abordar la literatura de un siglo
más los casi 30 años del incipiente siglo actual), consiste en establecer un
recorte tripartito. Por tanto, nos enfocaremos en tres problemáticas
fundamentales que recorren los períodos mencionados, a saber: la subversión, el
derrotismo y la marginalidad.
En su novela El
extranjero (L’Étranger),
publicada en 1942, el argelino Albert Camus lleva a la práctica (escribe una
ficción) los preceptos que planteó ese mismo año en su ensayo filosófico El mito de Sísifo (Le Mythe de Sisyphe). Este último libro supone que la vida es un
absurdo. En consecuencia, la nada tiene sentido. Camus compartía algunos
dictámenes del existencialismo sartreano, tales como el ateísmo. Es así que, si
no existe un trasmundo, un “más allá” paradisíaco que nos asegura el
cristianismo y el catolicismo, la vida cae en un imponderable absurdo. En
consecuencia, Camus da una vuelta de tuerca y propone reemplazar lo cualitativo
(la calidad de vida) por lo cuantitativo (la cantidad de años vividos). Su
filosofía pesimista (aunque él se jacte de lo contrario), consiste no en vivir
lo mejor que se pueda (calidad), sino antes bien, en vivir la mayor cantidad de
tiempo posible, con el fin último de asegurar el absurdo de la existencia. En El extranjero, novela que trabajaremos
en el primer encuentro, nos muestra a un personaje ateo, apartado de los mandatos
sociales, marginal, que es incapaz de mentir y que actúa impulsivamente, sin el
menor reparo por el famoso “qué dirán”, y termina condenado por el sistema
jurídico debido a razones que en nada se condicen con su acusación inicial, a
saber: el asesinato que Mersault, el narrador protagonista del texto, lleva a
término contra un árabe, contra otro
extranjero.
La generación Beat (The
Beat Generation), al igual que las obras mencionadas de Camus, es también
una generación de postguerra. En prosa, su representante por excelencia es Jack
Kerouac; en poesía, Allen Ginsberg. El poema emblema de la generación Beat en
general y de Ginsberg en particular es Aullido
(Howl), publicado en 1956. En
este texto, el autor se vale de una poesía escrita en una suerte de prosa que
reproduce una técnica similar a la de Walt Whitman. Su tema central es la
desaparición de las mejores mentes de su generación: de los distintos, los
marginales, los genios. La homosexualidad, las drogas, el suicidio son algunos
de los elementos trascendentes del poema. Retratar el rostro, visibilizar las
caras de los sin-nombre, del hombre singular, del genio aplastado y expulsado
por la sociedad es, quizás, la propuesta de Aullido.
Siguiendo con la literatura estadounidense del XX, nos
encontramos con la publicación, en 1971, de la primera novela de Charles
Bukowski, El cartero (Post Office). Esta obra relata la
estadía de Henry Chinaski a lo largo de 12 años en la oficina de correos. Esta
década más dos años es descripta y narrada por Chinaski (alter ego de Bukowski)
como una larga, interminable temporada en el Infierno. El tiempo laboral oscila
entre 12 y 16 horas diarias. Esta demencial “lógica productiva” es retratada
como insalubre, por hacer uso de un generoso y amable eufemismo. Las lecturas,
la bebida, la escritura, las mujeres y las apuestas en el hipódromo son las
vías salvíficas que impulsan a Chinaski/Bukowski a sobrevivir durante aquellos
interminables 12 años. Esta novela, y la
obra toda de Bukowski (poesía, cuento, novela), se encuentran enmarcada dentro
del género denominado por la crítica como realismo sucio. Se trata de un estilo
escaso o directamente ausente de adjetivación, ornamentación, barroquismo; que
va al frente, retratando la realidad con toda su crueldad, sin necesariamente
acarrear pretensiones de objetividad mas sí de verosimilitud. En el caso de
Bukowski, su rasgo esencial consiste en escribir una línea simple seguida de
otra línea simple enmarcada y justificada por el humor: ácido, irónico,
sarcástico; humor por omisión, que calla más de lo que dice, humor que lo dice
todo, humor crítico, humor despiadado.
Más adentrados en el siglo XX, nos topamos con dos poetas
que, no obstante su disimilitud, encontramos puntos de encuentro en la así
llamada “canción de protesta”, por un lado, y “literatura combativa”, por el
otro. Nos referimos al estadounidense (el último de nuestra cursada) Bob Dylan
y al joven argentino César González (el primero de los/as tres argentinos/as
del taller). Bob Dylan fue etiquetado por la prensa como “el contador de
historias” (storyteller). Sus poemas,
en la mayoría de las ocasiones, versifican una historia, cuentan un
acontecimiento determinado. Sus primeras canciones (desde 1963 hasta 1965)
fueron incluidas en la categoría de canciones de protesta. Los poemas que
veremos de Dylan son Cuando el barco
arribe (When The Ship Comes In) y
Maestros de la guerra (Masters Of War). En el primer caso, el
barco, a la manera del Arca de Noé, salvará a aquellos que lo merezcan. En el
segundo poema, el yo poético (el equivalente al narrador en prosa) realiza una
disertación sobre aquellos que mueven los hilos de las armas: de alguna manera,
los dueños de la muerte. El texto finaliza con el fortísimo deseo de que estos
maestros de la guerra mueran de una vez. Por su parte, los poemas
pertenecientes a González que trabajaremos a lo largo del taller serán,
también, dos: Semáforos y En el principio todo fue poesía. En la
primera poesía, los semáforos simbolizan el lugar en donde los vehículos se
detienen, los pobres les piden una moneda a sus dueños, a los dueños de los
autos y las motos, y estos, los dueños, desdeñan al pobre por el solo hecho de
ser pobre. En el segundo texto, las referencias bíblicas son claras y, por
tanto, la analogía entre Las Sagradas Escrituras y la poesía también lo es. En
ese sentido, el gran, el único instrumento de lucha, de cambio es la
literatura.
Si con González ya nos adentramos en el siglo XXI, lo
mismo haremos ahora con la argentina Mariana Enríquez. En su cuento Las cosas que perdimos en el fuego, se
trabaja la problemática del femicidio pero con una vuelta de tuerca: quienes se
infligen daños físicos son las propias mujeres. Enmarcado en el relato de
terror, el texto parece narrar una cacería de brujas moderna en donde las
mujeres son las víctimas y las victimarias. Si de terror y del siglo XXI
hablamos, no podemos dejar de mencionar a la otra argentina Samanta Schweblin.
La obra trabajada en clase será la novela corta Distancia de rescate. En ella, la mujer también aparece en un
primer plano: la distancia de rescate es la distancia entre la madre y su
hija/o, la distancia justa que le asegura a la madre que su ser más amado se
encuentre a una distancia prudente para ser rescatado de lo que fuere en el
caso de tener que hacerlo. Asimismo, la novela se enmarca en el género
fantástico. Nos encontramos con la voz de un muerto hablándole a la narradora
protagonista acerca de una infección que se propaga por todo el campo. No hay
escapatoria, solo prestar atención a los detalles. Es decir, nombrar el
problema, visibilizarlo.
La subversión da vuelta de forma virulenta lo establecido,
cuestiona las normas y las pone patas para arriba, destruyéndolas. Esta forma
de hacer literatura la vemos, con excepción de Camus, en todos los autores aquí
propuestos. El derrotismo es una forma de darse por vencido sin siquiera
intentarlo (nuevamente, Camus). Sin embargo, desde la marginalidad, desde las
orillas, desde el “no-lugar” es en donde ambas problemáticas (subversión y
derrotismo) pueden llegar a articularse. Esta forma de hacer literatura la
vemos, sin excepción, en todos los escritores mencionados.
Planificación de encuentros
Se propone un encuentro cada 15 días, con el fin de que los participantes
puedan acceder al material de clase y tengan tiempo suficiente para ver y
analizar las obras propuestas.
Encuentros
1.
En
el primer encuentro se trabajará con la novela El extranjero de Camus.
2.
Aquí,
debatiremos la novela El cartero de
Bukowski.
3.
En
la tercera clase, nos ocuparemos del poema Aullido
de Ginsberg.
4.
El
cuarto encuentro será el turno de los poemas Semáforos y En el principio
todo fue poesía de González, y de los poemas Cuando arribe el barco y Maestros
de guerra de Bob Dylan.
5.
Aquí
veremos el cuento Las cosas que perdimos
en el fuego de Enríquez.
6.
El
cierre de las clases lo ocupará la novela corta Distancia de rescate de Schweblin.
Cierre
Como cierre del taller se propone a los participantes que incorporen una
obra (preferentemente de los siglos XX y XXI), diferente a las trabajadas en el
taller —aunque pueden ser textos de escritores vistos en clase—, y que apliquen
el esquema de análisis discursivo propuesto: qué es la subversión, el
derrotismo y la marginalidad, y cómo aparecen estas problemáticas en los textos
seleccionados.
BIBLIOGRAFÍA
Bukowski, Charles, El cartero, en https://cdn.preterhuman.net/texts/literature/in_spanish/Charles%20Bukowski%20-%20El%20cartero.pdf
Camus, Albert, El extranjero, en http://ebiblioteca.org/?/ver/15917
Enríquez, Mariana, Las cosas que perdimos en el fuego (el
cuento, no el libro entero), en http://ebiblioteca.org/?/ver/107233
Ginsberg, Allen, Aullido, en http://www.iztacala.unam.mx/errancia/v10/PDFS_1/TEXTO%20CAIDAL%203%20ERRANCIA%2010.pdf
González, César, En el principio, todo fue poesía, Semáforos. (Ambos textos se encuentran en la plataforma)
Schweblin, Samanta, Distancia de rescate, en http://ebiblioteca.org/?/ver/39541
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